Las mantas ignífugas son láminas de material flexible destinadas a extinguir por sofocación pequeños fuegos.
Son la mejor forma de apagar fuegos de líquidos inflamados, como aceite de una sartén o freidora, o el fuego eléctrico de una tostadora. Rápido, limpio y eficaz.
También para envolver a una persona cuya ropa ardiese, o para protegerse de las llamas mientras se huye del fuego.
Muy fácil de usar. Debe colocarse preferentemente junto a la salida de la cocina fijada a pared.
La manta se extrae fácilmente tirando de las dos cintas que sobresalen del estuche. Una vez desplegada la manta, las cintas sirven como asideros para poder acercarse a las llamas y cubrirlas.
Sin causar suciedad alguna, el fuego se extinguirá por falta de oxígeno.
USO RECOMENDADO EN:
- Hogar
- Autocaravanas
- Restauración
- Comercios
- Transporte